Alholva

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La alhova es una planta herbácea perteneciente a la familia Fabaceae originaria de Oriente Medio y Norte de África, de tallo cilíndrico, erecto y ramificado y hojas similares a las del trébol. Las flores son generalmente blanquecinas, mientras que el fruto es una legumbre que desprende un intenso olor a heno. Hoy en día se puede encontrar en toda la zona del Mediterráneo, de ahí el nombre de "fenogreco", ya que, en la época de Catón, se importaba a Roma desde Grecia.

La alholva tiene varias propiedades, entre las que se incluyen propiedades reestructurantes, calmantes y antioxidantes: gracias a la presencia de sales minerales, vitaminas, aceites vegetales, fosfatos orgánicos, grasas y proteínas, la alholva se utiliza en productos específicos para el cuidado del cabello y en formulaciones antienvejecimiento. De hecho, se obtiene un efecto redensificante sobre la estructura del cabello, actúa como agente calmante para el cuero cabelludo, devuelve el tono a la piel y en formulaciones con poder antioxidante da vigor a los tejidos y renueva las células del rostro y cuerpo.

Propiedades antiinflamatorias: el acné y las espinillas son manifestaciones inflamatorias de la piel y la alholva parece ser muy eficaz para calmar y atenuar estas inflamaciones, actuando como depurativo y depurativo según la administración.

Las aplicaciones en cosmética son muchas, a menudo se usa en forma de extracto glicérico de fenogreco  en ungüentos, cremas y lociones corporales, así como en geles y productos para el cabello y emulsiones rostro-cuerpo.