Pericarpio de la nuez

El pericarpio de la nuez es la capa carnosa que constituye la porción externa del casco de la nuez. Se trata de una parte no comestible que, al madurar, adquiere un color verde y con el tiempo se oscurece hasta asumir el característico color marrón oscuro.

En la medicina popular china, el pericarpio de la nuez se utiliza para el tratamiento de diversos trastornos, pero es su poder tintóreo lo que lo hace tan apreciado. De hecho, el aceite obtenido del pericarpio de la nuez actúa como agente colorante y puede utilizarse para teñir telas y tapicerías, así como colorante natural en alimentos. Un ejemplo es el nocino, la famosa bebida alcohólica de coloración tradicionalmente marrón.

En el ámbito estético, el pericarpio de la nuez se emplea para conferir temporalmente a la piel un aspecto bronceado y para brindar a los cabellos ricas tonalidades castañas. Esto es posible gracias a los naftoquinonas que reaccionan con la queratina presente en la epidermis y en el cabello, formando un complejo pigmentante.

Otro aspecto interesante del pericarpio de la nuez es su capacidad para filtrar parcialmente las radiaciones solares. Esto lo hace adecuado para ser utilizado en las formulaciones de cremas solares, siempre combinado con tipos de filtros más efectivos. Es importante destacar que el poder de filtración del pericarpio de la nuez es suave y que el aceite, que se encuentra fácilmente en el comercio, no puede sustituir de ninguna manera el uso de filtros solares adecuados.

Advertencias: Se desaconseja el uso de pericarpio de la nuez y sus subproductos en personas alérgicas a las nueces u otros tipos de frutos secos. Además, el pericarpio de la nuez, ya sea en su versión de aceite o en polvo, puede ser tóxico para algunos animales como perros y caballos. Se recomienda, por lo tanto, utilizar y almacenar con precaución este producto cerca de nuestras mascotas.