Vitamina F

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La vitamina F, también llamada Omega 3, está formada por una mezcla de dos ácidos grasos esenciales, el ácido linoleico (Omega 6) y el ácido alfa-linoleico (Omega 3) a los que se les añade ácido araquidónico. Por tanto, son ácidos grasos, además de nutrientes esenciales para el organismo por sus propiedades beneficiosas. En el campo cosmético, la vitamina F se denomina la "vitamina de la piel" debido a sus múltiples propiedades beneficiosas. Los tres ácidos poliinsaturados que lo componen son importantes constituyentes de las membranas celulares y contribuyen significativamente a mantener en buen estado la piel, los capilares y las uñas. Su deficiencia provoca sequedad, descamación de la piel, uñas quebradizas y excesiva sequedad en el cabello. A nivel cutáneo, la aplicación de productos que contienen pseudovitamina F mejora:

• la estructura del estrato córneo y su reconstrucción;
• hidratación de la piel y su elasticidad;
• la integridad de las membranas celulares, las uñas y el cabello;
• también realiza una acción inmunológica e
• regula el proceso de formación de sebo y sebogénesis.;

Su deficiencia provoca síntomas de dermatosis, como acné, eczemas, grietas, piel seca y áspera, y también uñas quebradizas, caspa, cabello quebradizo y sin brillo. La vitamina F, al mantener fluida la membrana celular, nutre y regenera la piel dejándola suave y flexible. Además de tener efectos positivos sobre la piel, la vitamina F también es muy importante para la integridad del cabello y el cabello: en particular, el Omega 3 mantiene abierta la membrana celular y nutre la piel aportándole suavidad y elasticidad además de estimular la regeneración celular. Es uno de los principios activos que encontramos en la receta del sérum fortalecedor de pestañas y cejas precisamente por su acción tónica y nutritiva; además, al entrar en contacto con la línea de las pestañas, hidrata y nutre la piel, creando un ambiente propicio para el crecimiento y bienestar del cabello. La vitamina F está presente en varios aceites de semillas como el aceite de soja, el aceite de linaza, el aceite de girasol, el aceite de germen de trigo, el aceite de nuez, el aceite de almendras, el aceite de maní y otros.